domingo, noviembre 19, 2006

La conspiración del 11-S




Una fiebre conspirativa se ha instalado en Europa y América. Miles de ciudadanos de ambos continentes devoran cuanta información llega a su alcance sobre la posibilidad de que los atentados ocurridos en Estados Unidos el 11 de septiembre del 2001 no sólo fueran obra del extremismo islámico, sino parte de una conspiración interna cuyos fines sobrepasan lo soberbio.

Libros de los más dispares autores alcanzan ventas millonarias en Alemania, Francia o España al tratar sobre distintos aspectos de una supuesta conjura, alimentada por la falta de una sólida versión oficial. Obras y decenas de páginas web’s desmenuzan hasta el más mínimo detalle el atentado contra las Torres Gemelas del World Trade Center (WTC) de Nueva York, o contra el Pentágono, para decirnos que lo que vimos atónitos por televisión, en Septiembre de hace 5 años, fue la expresión de la mayor maquinación de todos los tiempos.


La puerta se abre para dar paso a la libertad de pensamiento, ante un mundo en el que las ideas que lo rigen no son decisión nuestra, sino de quienes están en las cloacas del poder. Y eso no debe ser así.